La historia tiene lugar a finales del siglo XlX, en un pueblo de Europa Central, en la casa de un respetable juez y su esposa, quienes tienen dos hijos: Clara y Fritz. La familia celebra la navidad con una fiesta en donde uno de los invitados es el padrino de Clara, el mago Drosselmeyer, quien es fabricante de relojes y fantásticos juegos mecánicos. Drosselmeyer piensa que esta es la oportunidad para que Clara conozca a su sobrino y también para regalarle un muñeco muy especial en forma de cascanueces.
La fiesta se desarrolla normalmente, los invitados bailan y se divierten, de pronto llega el mago y sorprende a todos con sus regalos, pero sobre todo a Clara, quien baila feliz con su nuevo muñeco. Al término de la fiesta, cuando los invitados se retiran, Clara regresa a escondidas al árbol de navidad que ha tomado un tamaño gigantesco al igual que el muñeco cascanueces. Se desata una pelea entre los soldados de madera y los ratones; el Cascanueces toma parte de la pelea y se enfrenta al Rey de los Ratones. La batalla se vuelve crítica para el Cascanueces y los soldados, pero Clara ayuda a ganar a nuestro héroe, lanzando uno de sus zapatos al Rey Ratón, quien cae al suelo, derrotado. Al terminar la batalla, Drosselmeyer conduce a Clara y al Cascanueces, ahora convertido en un apuesto príncipe, a un viaje por un mundo mágico donde todo es ilusión: el Reino de las Nieves. El viaje continúa, la Reina de la Nieve y los copos les orientan hacia el camino del Reino de los Caramelos. Clara y el Cascanueces son recibidos por la Reina de Azúcar, en el Reino de los Caramelos, donde los divierten con danzas de diferentes partes del mundo, cuando éstas finalizan, Drosselmeyer viene por ellos y los lleva de regreso a casa.